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Problemas de las razas braquicéfalas. Los términos cabeza corta y braquicefalia se utilizan para describir a aquellos perros que tienen un cráneo facial muy corto y una nariz plana. Entre estas razas se encuentran no sólo los carlinos y los bulldogs franceses, sino también los bulldogs ingleses, los bóxers, los shih tzu, los chihuahua y los cavalier king charles spaniel. Estos perros tienen un aspecto muy característico: parecen simpáticos con su nariz corta, su "cara sonriente" y sus grandes ojos saltones. Hacen ruidos "divertidos", roncan, gruñen y suelen ser perros bastante acogedores. Sin embargo, lo que a los humanos les parece bonito son las causas y consecuencias de los problemas de salud, uno de los cuales es el síndrome de las vías respiratorias braquicéfalas.
¿Cómo se desarrollaron estas razas de perros?
La cría de perros ha crecido históricamente con el desarrollo de la humanidad. La selección selectiva de la cría dio lugar a razas de perros altamente especializadas, capaces de rendir al máximo en su campo de trabajo. Ya sea para cazar en condiciones climáticas extremas, como perro de guardia o como animal de tiro para cargas pesadas: el físico de los perros se adaptaba perfectamente a las tareas y necesidades humanas.
A medida que el perro evolucionó de animal de utilidad a compañero del ser humano moderno, se crearon muchas razas nuevas de perros. Estos perros no siempre tenían cráneos tan cortos, pero a través de esfuerzos específicos de cría, se estableció un esquema de cría. Se desarrolló el objetivo de cría de la "belleza", que se basaba puramente en las características externas.
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¿Por qué es problemática la cría de estos perros?
En las razas braquicéfalas, la cría afecta a la zona del cráneo mediante el acortamiento de los huesos de la mandíbula y la nariz y la formación de una cabeza redonda (también llamada "cabeza de manzana"). La compresión de estas estructuras puede causar a veces considerables problemas respiratorios. Estos perros traquetean y roncan mucho y respiran más por la boca, ya que el suministro de aire por la nariz está obstruido. Debido a la falta de oxígeno, a veces considerable, los animales no resisten el ejercicio y sólo pueden dar paseos cortos. En el peor de los casos, se ponen azules y se desploman. Especialmente con temperaturas cálidas, esto puede ocurrir rápidamente debido a la alteración de la termorregulación. La falta de aire puede provocar una gran ansiedad en los animales. La actividad respiratoria cada vez más intensa con una falta permanente de oxígeno puede llegar al punto en que se produzcan cambios o daños en el cerebro y se pierda la conciencia.
Debido a la cría, las cuencas oculares son menos profundas de lo habitual y los ojos sobresalen mucho, lo que puede provocar una inflamación o, en casos extremos, incluso un prolapso ocular. En algunas razas, la forma estrecha del cráneo también hace que ciertas zonas del cerebro queden atrapadas. Las consecuencias son insensibilidades como picores constantes y trastornos neurológicos.
En la zona de la nariz, el pliegue de la piel provoca una mayor inflamación. Los ojos de muchas razas de nariz corta también lagrimean porque los conductos lagrimales son demasiado estrechos o están deformados debido al acortamiento del cráneo y no pueden drenar el líquido lagrimal, lo que también puede causar inflamación. Otro problema es el causado por la mandíbula superior más corta: el resultado es una mala posición de los dientes y una mayor acumulación de sarro. Y por último, pero no menos importante, el cráneo redondeado puede causar problemas en el parto. Muchas de estas razas sólo pueden dar a luz por cesárea porque sus cachorros no caben por el canal de parto natural.
Lo que puede hacer
Como propietario, puede hacer mucho para limitar la cría de estas razas o -si ya tiene un perro braquicéfalo- para favorecer su salud. Puede leer aquí cómo comprobar si su perro es uno de los individuos afectados y cómo puede actuar.
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